#Energía Vital
Hay mucha controversia con el concepto de Energía Vital, incluso dentro de la Homeopatía. Las mentes racionales muchas veces se niegan a aceptar que lo que no vemos también existe. Pero eso, sólo es ignorancia.
Desde hace miles de años, la filosofía Vedanta y la Medicina Tradicional China, nos hablan de cuerpos energéticos en el hombre y de estructuras energéticas en nuestro cuerpo, que actualmente la ciencia está demostrando que son reales. (haré un artículo sobre estas investigaciones más adelante).
La ciencia vanguardista nos habla de que el universo es un mar de energía cuántica en el cual nosotros estamos inmersos y formamos parte de él.
Lo interesante en relación a la Homeopatía, es que la teoría vitalista que viene de la escuela Cos a la que pertenecía Hipócrates, explica la vida en el concepto de que hay una Energía que nos da la Vida, nos organiza el cuerpo y nos genera las funciones que nos permite ser, vivir, andar, pensar, respirar etc. Esa Energía Vital la podríamos relacionar con algo inmaterial e inexplicable, pero lo sorprendente del caso es que se puede demostrar científicamente.
En principio haremos un recordatorio de lo que Hahnemann define como Energía Vital, Fuerza Vital o Principio Vital.
En el parágrafo 9 del #Organon de la Medicina racional, #Hahnemann nos habla de la #fuerza vital en el estado de salud, (en otras ediciones habla de #energía vital), como la que “dinámicamente anima el cuerpo material (organismo), gobierna con poder ilimitado y conserva todas las partes del organismo en admirable y armoniosa operación vital, tanto respecto a las sensaciones como a las funciones, de modo que el espíritu dotado de razón que reside en nosotros, puede emplear libremente estos instrumentos vivos y sanos para los más altos fines de nuestra existencia”.
#Hahnemann explica que
“el organismo material, sin la #fuerza vital, es incapaz de sentir, de obrar, de conservarse a si mismo; todas las sensaciones nacen y todas las funciones vitales se realizan por medio del ser inmaterial (el principio vital) que lo anima, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad.”
El vitalismo postuló la presencia de una #fuerza vital dotada de inteligencia, del poder de gobernar todas las funciones del organismo vivo y de todos los procesos, tanto en la salud como en la enfermedad. Sostiene que existe una energía vital entre la mente y el cuerpo. Esta #energía es totalizadora, armoniza y otorga finalidad a las funciones. La anatomía es el resultado de una fuerza vital conformadora de la materia. El hombre es una unidad indivisible en mente, cuerpo y #fuerza vital. Este #principio vital está presente en todo ser viviente desde la primera unidad natural, desde el momento de la concepción hasta la muerte.
#Hahnemann comprende y explica los cambios observados en el ser humano enfermo y también los fenómenos propios de la vida y la salud, aceptando, como un hecho, la existencia de un elemento de carácter inmaterial que es capaz de mantener la vida y es el responsable de la armonía en las sensaciones y funciones, tanto en el organismo sano como en el enfermo. Este elemento, de carácter dinámico, “espiritual” que conocemos como “#energía vital”, es introducido por Hahnemann a partir de la 5ª Edición del Organón, en el año 1833,.
#Hahnemann dice en el #Organon en 1810
” Sin la #Fuerza Vital, el organismo material es incapaz de sentir, de funcionar y de atender a su propia conservación; obtiene todas sus sensaciones y cumple todas sus funciones vitales solamente por medio del ser inmaterial (el principio vital ) que anima al organismo material en el estado de salud y de enfermedad”.
#Hahnemann cree que esa #Energía Vital es nuestro principio de vida y es también la que mantiene la materia de forma ordenada y en movimiento continuo, la que nos permite sentir y funcionar, tanto si estamos sanos como si estamos enfermos.
“Sin Energía Vital, el cuerpo está muerto, y desde ese momento, sujeto exclusivamente al poder del mundo físico exterior; se descompone y se resuelve en sus constituyentes químicos”.
Está claro que cuando la #energía deja nuestro cuerpo, todo se para, no hay funciones, ni sensaciones, ni pensamientos, ni vida. La muerte está presente y con la muerte, la descomposición. ¿Alguien es capaz de rebatirlo?
” Cuando una persona se enferma, esta energía vital inmaterial, activa por si misma y presente en todas las partes de su organismo, es la que primeramente es desarreglada, por la influencia dinámica de un agente patógeno hostil a la vida. Es sólo el principio vital, desarreglado hasta tal estado anormal, el que puede proporcionar al organismo las sensaciones desagradables que experimenta y lo inclinan a los procesos irregulares que denominamos enfermedades. Como un poder invisible en si mismo, y reconocible solamente por sus efectos en el organismo, esta entidad energética solo puede expresar y revelar su desarrollo por manifestaciones patológicas en las sensaciones y funciones de aquellas partes del organismo expuestas a los sentidos del observador y médico, esto es, por síntomas mórbidos, ya que de ningún otro modo puede ponerse en evidencia “.
Para #Hahnemann lo primero que se altera es la #Energía Vital y en ese intento de volver a recuperarse, provoca en el organismo una reacción que percibimos alterada y que se manifiesta en lo que llamamos síntomas. Esos síntomas que sentimos y que otros pueden ver, en la medicina actual se recogen para dar nombre a las enfermedades físicas o mentales ( bronquitis, alzehimer, gripe, etc), los empaquetamos y los separamos para darles una identidad objetivable. Y de esta forma nombramos enfermedades comunes a todos, independientemente de cómo sea esa persona de forma particular. Y así intentamos tratar enfermedades.
Pero para #Hahnemann, estos síntomas sólo son el reflejo de nuestra capacidad de defendernos contra aquello que alteró nuestra #Energía Vital. Es por eso que en la reacción secundaria que se produce en nuestro organismo, los síntomas están manifestando el desequilibrio energético interior, expresándose a la vez, como síntomas físicos, mentales y generales. Cuando comprendemos esto, cuando vemos la totalidad en la expresión de los síntomas particulares de cada ser humano, tratamos a la persona para recupere el equilibrio de su #Energía Vital. Equilibrio que se manifiesta como salud.
El Doctor Kent (homeópata norteamericano del siglo XIX) describe muy detalladamente la fuerza vital que él denomina sustancia simple y que se caracteriza por lo siguiente:
- actúa de forma inteligente
- conforma la economía de todo el reino animal , mineral y vegetal
- puede fluir en orden y en desorden
- permea toda la sustancia material sin molestarla ni sustituirla
- domina y controla el cuerpo que ocupa
- mantienen en orden las funciones, formas y proporciones de todo animal, planta y vegetal
- es la causa de la cooperación de todas las cosas
- con la sustancia simple no podemos pensar en el tiempo, el espacio ni el lugar porque no estamos en el reino de la materia
- la sustancia simple se adapta al ambiente y mantiene el orden y la unión del organismo
- mantiene el cuerpo en construcción y reconstrucción continua.
Campo L, biocampo o Campo vital
En 1939, el Dr. Harold Saxton Burr, neuroanatomista de la Universidad de Yale detectó un eje eléctrico en el embrión de la salamandra y un campo electromagnético que ocupaba el espacio que posteriormente era el cuerpo de la salamandra adulta.
El DR Burr dice en 1945:
- “Todo ser vivo, a pesar de su continuo reemplazo celular cada seis meses, conserva su organización interna gracias al “campo L”, un campo eléctrico de gran complejidad, que cubre a todo el organismo.
- Este complejo campo electromagnético es el patrón de organización de cualquier sistema biológico, está determinado por sus componentes atómicos fisicoquímicos y a su vez determina parcialmente la conducta y la orientación de su componentes.
- Debe ser el mecanismo cuya actividad tiene como resultado la globalidad, la organización y la continuidad. Este patrón regula y controla las cosas vivas, mediante otros campos menores emitidos por diferentes órganos y funciones.”
Harold Saxton Burr junto al filósofo F. S. C. Northrop, estudiaron durante 30 años, los campos bioeléctricos que están presentes en todos los organismos vivos, desde organismo unicelulares hasta el hombre. Este sistema ya es mencionado por los antiguos textos sánscritos donde refieren la constitución humana sostenidas por distintos campos vibracionales denominados tattwas y surcados por canales designados nadis.
Este campo existe desde la fecundación hasta la muerte manteniendo la forma característica de cada ser a lo largo de su vida. Todos los seres vivos – desde hombres a ratones, desde árboles a semillas – están formados y controlados por estos campos electrodinámicos que Burr definió como campos L (Yale Journal of Biological Medicine, 16, 1944; Science, 103, 1946; Proceedings of National Academy of Science, 32, 1946). Los campos L son la base de toda la vida (Yale Journal of Biological Medicine, (Yale Journal of Biological Medicine, 17, 1945; Federal Proceedings, 6, 1947; Medical Physiology, 1950).
Los campos L son informativos y pueden dar a conocer condiciones físicas y mentales para que los médicos diagnostiquen enfermedades antes de que se desarrollen los síntomas habituales (Yale Journal of Biological Medicine, 14, 1942; Yale Journal of Biological Medicine, 19, 1947; Yale Journal of Biological Medicine, 21, 1949).
Un discípulo de Burr, el Doctor Leonard. Ravitz , especializado en psiquiatría utilizó la medición de los campos L o biocampo sobre pacientes previamente hipnotizados; descubriendo además que el campo vital tiene “ritmo”(***) ; indicando ciclos de alto y bajo voltaje coincidiendo con igual variación de los estados emocionales de las personas. Ravitz, estableció cómo los estados mentales se reflejan en el campo L. y cómo mediante el estudio de estos campos vitales, se puede predecir procesos incluso semanas antes de que ocurran; al igual que Burr comprobó que los procesos mórbidos en el ser humano se determinan primariamente en el biocampo, para luego desarrollarse en el organismo físico.
BIOPLASMA HUMANO
Dr. Victor Inyushin en la Universidad de Kazajstán en Rusia, ha realizado una amplia investigación con el campo energético humano desde los años 1950. Utilizando los resultados de estos experimentos, sugiere la existencia de un campo de energía bioplásmico compuesto de iones, protones libres y electrones libres.
“Todo ser vivo tiene un campo de energía que es el bioplasma”. “El cuerpo de bioplasma emite su propio campo electromagnético y éste cambia de acuerdo con las emociones y la influencia de otros campos energéticos, tales como los producidos por maquinaria, la luna, tormentas solares, etc”.
Sus observaciones mostraron que las partículas bioplásmico se renuevan constantemente mediante procesos químicos en las células y están en constante movimiento. Parece que hay un equilibrio de partículas positivas y negativas dentro del Bioplasma que es relativamente estable. Si hay un cambio severo en este equilibrio la salud del organismo se ve afectada.
Lo que dicen Harold Burr, Ravitz y Victor Inyushin suena igual a la definición de Energía Vital de Hahnemann y de Kent. ¿no os parece?.
Aunque muchos “científicos” sigan negando la existencia del cuerpo energético humano o de la Energía Vital, está claro que la ciencia se mueve hacia la concepción energética del Universo y no podemos desligarnos de esta realidad, cuando hablamos del ser humano, de salud o de medicina actual.
Si tenéis verdadera curiosidad de lo que se está descubriendo en la Ciencia vanguardista, en cuanto al Universo y al Ser humano, os recomiendo el libro “El Campo” de Lynne MCTAGGART. Es apasionante.
Al final, la ciencia termina por explicar lo que ya existe, aunque como siempre, va mucho más lenta que algunas sabidurías ancestrales y algunas mentes prodigiosas, como la de #Hahnemann.
Muchas gracias por tu aporte. Un cordial saludo.