Las Flores de Bach curan las heridas del alma y esa fue mi propia experiencia.
Mi primer contacto con las Flores de Bach fue durante un curso de reflexología podal que hice en la Cruz Roja en Huesca., hace casi 20 años.
Al final del curso, el profesor sacó unas hojas que contenían el nombre de las Flores de Bach, con una frase muy sencilla que explicaba para qué era cada flor.
Al principio y como le ocurre a casi todo el mundo, pensé que necesitaba las 38 pero, como sólo había que elegir una, me decidí por Agrimonia. El profesor nos preparó un frasco y yo me fui tan contenta a mi casa. Yo soy muy impaciente ( y por aquellos años mucho más) y me tomé las gotas con mucha alegría y por supuesto cada poco rato. De repente, toda la angustia que sentía y que yo disimulaba con una sonrisa y creyendo que “aquí no pasa nada”, salió ante mí con tanta fuerza que la máscara que llevaba puesta de forma inconsciente se cayó sin darme cuenta. Sólo os puedo decir que estuve todo un fin de semana llorando, tomando consciencia del dolor que llevaba tapando desde hacía años y de la angustia que se disolvía con el llanto. Para mi fue toda una revelación, porque elegí AGRIMONIA al leer lo siguiente: “para las personas que sienten angustia y llevan la máscara de alegría, como si no pasara nada”.
Yo pensé que me quitaría la angustia. Y así fue.
Pero para quitarme la angustia primero me quitó la máscara para que yo fuera consciente de lo que sentía, de mi dolor y de todo lo que yo llevaba tiempo ocultando para que no me de doliera. Y mi descubrimiento fue que las Flores de Bach funcionan sí, pero no como yo creía. Funcionan dando conciencia. Y claro como yo había tomado la esencia tan repetidamente, todo el proceso se aceleró. Es por esto que siempre aconsejo asociar AGRIMONIA con otras esencias, para suavizar este proceso de conciencia. También aconsejo no tomar muchas veces al día para que el trabajo se realice despacio y las personas no entren en una crisis emocional.
Desde mi primera experiencia con las Flores de Bach no he dejado de utilizarlas en mi consulta y he comprobado cuánto pueden ayudar a las personas que sufren con
todas estas emociones que nos son tan cotidianas
- La ansiedad
- la tristeza,
- los duelos,
- el estrés,
- la culpa,
- los celos,
- la desesperanza,
- el agotamiento psíquico,
- la impaciencia,
- la nostalgia,
- la apatía,
- la intolerancia,
- el resentimiento,
- el miedo,
- la desesperación.
A veces creemos que nada nos puede ayudar. No queremos tratamientos del psiquiatra, ni pensamos que sea para tanto, pero no nos sentimos bien y andamos emocionalmente poco equilibrados.
Pero aquí tienen su campo de acción las flores de Bach que, con un trabajo sutil, a veces imperceptible, suave y de forma profunda, nos cambian la vida.
Nos hacen sentir paz, alegría, tranquilidad, fortaleza, equilibrio, conocimiento, valentía, tolerancia, paciencia, amor. Sí amor.
Amor por nosotros mismos y por los que tenemos más cerca, porque nos liberamos de esas situaciones de irritación, de gritos a los peques, de las ganas de llorar por no poder dar amor a los que queremos por estar angustiados, ansiosos o estresados.
Y lo mejor es que las flores de Bach son inocuas.
Hay raras excepciones: si las personas son alérgicas a la planta o si tienen intolerancia al alcohol que se utiliza como disolvente, o si tienen reacciones como la que yo tuve y se asustan.
Las flores de Bach en general se pueden utilizar durante el embarazo, la lactancia, en bebés, adultos, personas enfermas y polimedicadas, incluso personas inconscientes o en coma, poniendo las gotas en la piel. Las flores de Bach son fáciles de aprender, fáciles de usar y fáciles de tomar.
Bach escribió un libro titulado “Cúrese usted mismo”
Este título ya lo dice todo. Uno mismo puede aprender a utilizar las Flores de Bach para ayudarse en las situaciones de cada día. Para ayudar a su familia e incluso a sus amigos.
Lo cual no significa que seas un experto en terapias y te dediques luego a tratar a todo el mundo como si fueras un psicólogo o un médico. Para eso ya hay sitios de formación especializada en terapia floral para capacitar terapéutas profesionales.
Bach inició el estudio de las esencias florales con 38 remedios, pero a partir de entonces, han sido numerosas las escuelas que han estudiado y que trabajan con flores de cualquier país o región.
Aquí en España, un amigo y compañero, el Dr. Jose María Calvo Sanz, junto a su mujer Eloisa, durante varios años estuvieron estudiando las esencias de numerosas flores de Huesca.
Como muestra, tenéis el libro publicado en Ediciones Nestinar “Orquídeas Europeas” del que hablaré otra semana. Nos vemos.
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