Muchas veces vivimos la vida como si nosotros somos el centro del Universo. Lo bueno y lo malo que ocurre, lo que nos dicen, o lo que experimentamos, lo vivimos como si el mundo girara alrededor nuestro.
Cada persona, al igual que yo, vive su vida desde la primera persona, el yo. Lo que hacemos, decimos y pensamos es pensando en nosotros mismos. No hacemos las cosas pensando en los demás la mayor parte del tiempo.
Y eso mismo les ocurre a los otros. Lo que hacen, dicen y piensan se relaciona con ellos mismos, sus problemas, sus emociones, sus expectativas, sus vivencias.
A veces creemos que nos quieren ofender, atacar, despreciar o molestar, pero pocas veces hay esa intención. La mayoría de las veces sólo están pensado en ellos, al igual que yo, la mayoría de las veces pienso en mí.
Así que si no te tomas las cosas personalmente, puedes comprender a los de alrededor y no sufrir ni hacer tuyos los problemas de los demás.
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